QUIÉNES SOMOS

La Asociación Colombiana de Uroginecología y Piso Pélvico nació bajo la idea de crear una asociación que nos cobije y ayude en el propósito de elevar el nivel de salud de la población femenina, afectada por la incontinencia urinaria y la patología de piso pélvico.

A través de la participación en eventos nacionales e internacionales, cursos, diplomados y la organización de reuniones académicas periódicas procuramos el acceso a la evidencia médica científica vigente como herramienta para ofrecer a la mujer colombiana profesionales de alta calidad. 

Es además un privilegio el poder servir como órgano consultivo a entidades oficiales y privadas con el permanente objetivo de no solamente servir a cada una de nuestras pacientes sino a la población colombiana en general.

Los primeros procedimientos en cirugía de piso pélvico en Colombia se realizaron en los pabellones de ginecología del Hospital San Juan de Dios y del Hospital San José en Bogotá, en los tiempos en los cuales la ginecología hacía parte del departamento de cirugía general y era independiente de los pabellones de obstetricia. Paralelamente en la ciudad de Medellín también se realizaban procedimientos de la misma naturaleza, principalmente en el Hospital San Vicente de Paul.

La necesidad de reparar los prolapsos genitales y corregir las fístulas vesico-vaginales producidas como consecuencia del trauma obstétrico, generaron en los médicos la necesidad de abordar la cirugía vaginal en pabellones especiales regentados por médicos internos con dedicación a las pacientes femeninas, demarcando los primeros albores de lo que vendría a ser hacia el futuro la especialidad de ginecología. Mucho después, avanzado el siglo XX se empiezan a organizar pabellones de ginecología emulando las escuelas Europeas, especialmente la francesa, de donde surgen los primeros ginecólogos regentes de cátedra, que posteriormente se unen a los obstetras formando la especialidad y los primeros departamentos de Ginecología y Obstetricia.

Las primeras cirugías de piso pélvico fueron muy criticadas en su momento, ya que surgía la pregunta de : “¿por qué someter a un riesgo a una paciente con una patología que se podía manejar con un pesario?”. O dicho en otras palabras, ¿por qué operar los prolapsos vaginales? Sin embargo este tipo de cirugías se empiezan a realizar en los hospitales San José y San Juan de Dios entre otros, haciendo realidad la práctica de la cirugía ginecológica de piso pélvico en nuestro país.

Paralelamente, el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, preocupado por la falta de información clara respecto al abordaje de las pacientes con incontinencia urinaria, presentó ante las directivas de la Facultad de Medicina, la posibilidad de capacitar a docentes del área de Ginecobstetricia en patología urológica femenina, que pudiesen transmitir dicho conocimiento dentro del programa académico de la especialidad médico quirúrgica en Obstetricia y Ginecología.

En consecuencia, el consejo directivo de la Facultad de Medicina, autorizó la capacitación durante un año en la sección de Urología del Hospital San Juan de Dios, en donde bajo la regencia académica del Doctor Pablo Gómez Martínez, se lograron adquirir los conocimientos básicos de la patología urológica femenina, para posteriormente organizar la primera clínica de incontinencia urinaria femenina a nivel nacional, en el Instituto Materno Infantil, a cargo del Doctor Antonio Lomanto Morán. Es así como nace, en manos del Profe Lomanto, la escuela de uroginecología y piso pélvico de la Universidad nacional de Colombia, bajo la tutela del Profe, del doctor Jacinto Sanchez Angarita y posteriormente en el año 1997 y hasta la fecha el doctor Daniel Cortes Diaz, uniéndose al grupo docente el doctor Cristian Peroza en el año 2011. Ellos, se han encargado de formar nuevas generaciones de uroginecólogos, quienes además una vez formados, han traspasado las fronteras nacionales para entrenarse fuera y traer nuevo conocimiento en áreas como la naciente ecografía de piso pélvico, aportando a la academia y brindándole oportunidades terapéuticas a la mujer colombiana.

HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE GINECOLOGÍA UROLÓGICA ASCOGUR

1900

Los primeros procedimientos en cirugía de piso pélvico en Colombia se realizaron en los pabellones de ginecología del Hospital San Juan de Dios y del Hospital San José en Bogotá, en los tiempos en los cuales la ginecología hacía parte del departamento de cirugía general y era independiente de los pabellones de obstetricia. Paralelamente en la ciudad de Medellín también se realizaban procedimientos de la misma naturaleza, principalmente en el Hospital San Vicente de Paul.

La necesidad de reparar los prolapsos genitales y corregir las fístulas vesico-vaginales producidas como consecuencia del trauma obstétrico, generaron en los médicos la necesidad de abordar la cirugía vaginal en pabellones especiales regentados por médicos internos con dedicación a las pacientes femeninas, demarcando los primeros albores de lo que vendría a ser hacia el futuro la especialidad de ginecología. Mucho después, avanzado el siglo XX se empiezan a organizar pabellones de ginecología emulando las escuelas Europeas, especialmente la francesa, de donde surgen los primeros ginecólogos regentes de cátedra, que posteriormente se unen a los obstetras formando la especialidad y los primeros departamentos de Ginecología y Obstetricia.

 

1920

Las primeras cirugías de piso pélvico fueron muy criticadas en su momento, ya que surgía la pregunta de : “¿por qué someter a un riesgo a una paciente con una patología que se podía manejar con un pesario?”. O dicho en otras palabras, ¿por qué operar los prolapsos vaginales? Sin embargo este tipo de cirugías se empiezan a realizar en los hospitales San José y San Juan de Dios entre otros, haciendo realidad la práctica de la cirugía ginecológica de piso pélvico en nuestro país.

Paralelamente, el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, preocupado por la falta de información clara respecto al abordaje de las pacientes con incontinencia urinaria, presentó ante las directivas de la Facultad de Medicina, la posibilidad de capacitar a docentes del área de Ginecobstetricia en patología urológica femenina, que pudiesen transmitir dicho conocimiento dentro del programa académico de la especialidad médico quirúrgica en Obstetricia y Ginecología.

1990

En consecuencia, el consejo directivo de la Facultad de Medicina, autorizó la capacitación durante un año en la sección de Urología del Hospital San Juan de Dios, en donde bajo la regencia académica del Doctor Pablo Gómez Martínez, se lograron adquirir los conocimientos básicos de la patología urológica femenina, para posteriormente organizar la primera clínica de incontinencia urinaria femenina a nivel nacional, en el Instituto Materno Infantil, a cargo del Doctor Antonio Lomanto Morán. Es así como nace, en manos del Profe Lomanto, la escuela de uroginecología y piso pélvico de la Universidad nacional de Colombia, bajo la tutela del Profe, del doctor Jacinto Sanchez Angarita y posteriormente en el año 1997 y hasta la fecha el doctor Daniel Cortes Diaz, uniéndose al grupo docente el doctor Cristian Peroza en el año 2011. Ellos, se han encargado de formar nuevas generaciones de uroginecólogos, quienes además una vez formados, han traspasado las fronteras nacionales para entrenarse fuera y traer nuevo conocimiento en áreas como la naciente ecografía de piso pélvico, aportando a la academia y brindándole oportunidades terapéuticas a la mujer colombiana.

1990

Mientras tanto, el doctor Jorge Gómez Cusnir (hijo del doctor Pablo Gómez Martínez, profesor de la Universidad Nacional), organizó lo que se llamó en su tiempo (1990), “la clínica de incontinencia urinaria” del Hospital San José, una consulta accesoria a la de ginecología general para definir en los casos especiales la vía de abordaje de la incontinencia urinaria. Si era vía abdominal (Burch) o vía vaginal (Kelly- Kennedy) y comentar y programar los casos de prolapsos severos. Esta “clínica de incontinencia” a la postre terminó convirtiéndose en lo que hoy en día es la consulta de Ginecología Urológica y cirugía reconstructiva del piso pélvico. Dicha “clínica” fue heredada y continuada por el doctor Carlos Arturo Díaz Támara, quien salió del país a visitar diferentes departamentos de esta naciente sub especialidad en Brasil, Argentina y Canadá trayendo nuevas técnicas y maneras de abordar estas enfermedades e iniciando la formación de colegas mediante Diplomados clínico quirúrgicos de Piso pélvico. Es así como estas dos escuelas han formado y certificado a más de doscientos ginecólogos y urólogos con los dos únicos diplomados en uroginecología disponibles en nuestro país.

Mientras todo esto sucedía, en el ámbito académico adicionalmente el Profe Lomanto se preocupaba por continuar la difusión del conocimiento en los diferentes foros y congresos, haciéndose merecedor de reconocimiento inicialmente a nivel nacional y posteriormente a nivel internacional. De manera anecdótica y en compañía de los doctores Jacinto Sanchez y Fredy Vergel, el Profe empieza a invitar a los ginecólogos a través de “pequeños papeles o cartulinas” ubicadas a la entrada de los congresos en las que se invitaba a la “ reunión de piso pélvico ” a la cual acudían inicialmente menos de diez personas “casi de manera clandestina” según palabras del doctor Carlos Diaz. Es de esta manera cómo se empiezan a reunir un grupo de colegas en unas reuniones de “amigos con un área común de interés” la incontinencia urinaria femenina.

El reconocimiento y este creciente interés de la comunidad médica genera invitaciones a charlas y congresos en todo el país, obligando al profe Lomanto a viajar a través de todo el territorio nacional dando “charlas de incontinencia” o enviando en su reemplazo a los doctores Jacinto Sanchez y Carlos Diaz, con quienes se turnaban un carrusel de diapositivas con la charla a ser dictada en diferentes escenarios.

2000

Es de esta manera que empieza a aparecer cada vez un mayor número de personas interesadas y/o entrenadas inicialmente en incontinencia urinaria femenina y posteriormente en uroginecología y piso pélvico, y nace la idea de crear una asociación que nos cobije y ayude en el propósito de elevar el nivel de la salud de la población femenina Colombiana afectada por la incontinencia urinaria y la patología de piso pélvico, a través de la participación en eventos nacionales e internacionales, cursos, diplomados y la organización de reuniones académicas periódicas; además de servir como órgano consultivo a entidades oficiales y privadas en la materia.

2005

Es así como el Profe, el Dr Antonio J Lomanto Moran, en compañía de los doctores Luis Fredy Vergel Torrents, Maria Amparo Martinez de Vergel, Jacinto Sanchez Angarita , Carlos A Diaz Tamara, Ruby Otero Rosales, Luis Fernando Rodriguez, Ricardo A Amaya Chitíva, Luis A Lopez Jimenez, Andres F Ordoñez Bonilla, Mario Villanueva Peñaranda, Fermín Fernandez Pava y Gustavo Ahumada Pla, constituyen la Asociación Colombiana de Ginecología Urológica – ASCOGUR y registran sus primeros estatutos, quedando constituida la Asociación, por acta del 6 de julio del 2006. Otorgado en asamblea constitutiva, inscrita en la Cámara de Comercio de Cúcuta el 14 de diciembre del 2006.

“Llámese asociación Colombiana de Ginecología Urológica a la agrupación de carácter científico sin ánimo de lucro, conformada por un grupo de profesionales de salud, de distintas disciplinas, que consagran sus actividades al estudio biofísico , social, clínico y terapéutico y a la divulgación de la incontinencia”…”con el fin de reunir en una sola agrupación a todos los profesionales dedicados a la investigación, manejo y divulgación de los temas relacionados con la incontinencia urinaria en la mujer.”

Como consecuencia de ello ASCOGUR y sus miembros han participado como conferencistas y asistentes, haciendo parte activa en la organización del segmento correspondiente a piso pélvico durante todos los congresos nacionales de ginecología de FECOLSOG y bienales de ASBOG realizados desde el año 2006 hasta la fecha, incluyendo el XVI CONGRESO BIENAL GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA ANTONIO LOMANTO MORAN en abril de 2017, y con la participación de conferencistas internacionales como las doctoras Delma Pellin, Maria Augusta Bortolini, y los doctores Willy Dávila, Carlos Sarsotti, Pablo Palma, Enrique Ubertazzi, Agustina Sampietro, Rodrigo Guzman, y conferencistas nacionales como las doctoras Ruby Otero, Amparo de Vergel, Beatriz Arias, Marcela Lomanto, Adriana Rubiano, Diana Rodriguez y los doctores Antonio Lomanto Moran, Luis Guillermo Echeverria, Carlos Diaz Tamara, Fredy Vergel , Jorge Alberto García, Daniel Cortes Diaz, Gustavo Gomez, Leonardo Gomez, Jose Joaquin Gomez, Orlando Uribe, Jacinto Sanchez Angarita entre tantos otros quienes trataron temas de actualidad en Ginecología urológica y cirugía reconstructiva del piso pélvico, abriendo controversia y dando luces sobre diferentes temas de la ginecología urológica como la teoría integral, evaluación clínica de la paciente con incontinencia urinaria, tratamiento actual de la incontinencia urinaria de esfuerzo, análisis y manejo del compartimiento apical, uso apropiado de mallas en la corrección del prolapso genital, complicaciones y manejo del uso de las prótesis en la corrección de la incontinencia urinaria, manejo de la incontinencia urinaria de esfuerzo recurrente, controversia en el manejo del compartimento anterior, entre otros.

2010

Adicionalmente ASCOGUR ha participado con asistentes y conferencistas en escenarios tan importantes como el congreso mundial de la IUGA (International Urogynecological Association), institución a la cual ASCOGUR se adhiere gracias a las gestiones del doctor Lomanto y al apoyo incondicional del doctor Willy Davila. Adicionalmente a participado en todos y cada uno de los congresos anuales de la Asociación Latinoamericana de Piso Pélvico cuyo primer congreso se realizó en la ciudad de Bogotá, con activa participación de nuestros asociados en un esfuerzo mancomunado para unir nuestra experticia y experiencia a la de urólogos y ginecólogos y otras profesiones afines de Latinoamérica. Al final de dicho evento se hizo entrega del premio Antonio Lomanto al mejor trabajo de investigación, en honor al profe.

El grupo ha asistido a más de 31 congresos nacionales e internacionales en calidad de conferencistas y son autores o coautores de 20 publicaciones científicas y 6 libros de texto de la especialidad.

2015

Es importante resaltar la realización en la ciudad de Bogota del simposio regional de la IUGA en febrero del año 2014, con el apoyo del doctor Willy Dávila y la participación de conferencistas internacionales como la doctora Catherine Matthews, Laura Escobar y Maria Augusta Bortolini y los doctores Willy Davila, Abbas Shobeiri, Gamal Ghoniem y Enrique Ubertazzi y colegas miembros de ASCOGUR como las doctoras Beatriz Arias y Ruby Otero y los doctores Carlos Diaz Tamara, y Manuel Antonio Plata.

El doctor Antonio Lomanto Moran, nuestro Profe, nos acompañó hasta el 31 de mayo de 2015, fecha en la cual fallece, después de fundar y presidir ASCOGUR durante 9 años, sucediéndose el doctor Jorge Alberto García, con el gran desafío de continuar la excelente labor realizada por el Profe. Posterior a su fallecimiento se han continuado nuestras reuniones académicas mensuales, la referida participación en congresos y reuniones académicas, manteniendo el alto nivel académico que el Profe nos inculcó y manteniendo el lleno total que ha caracterizado la asistencia a los eventos organizados por ASCOGUR desde su fundación. Además de los objetivos de ASCOGUR, se ha reorganizado y fortalecido la parte administrativa con el fin de fortalecer el soporte a la parte académica, principal razón de ser de ASCOGUR. Durante los 13 años de su existencia ASCOGUR se ha caracterizado por el cumplimiento de sus objetivos en pro del bienestar de la salud de la mujer con desórdenes del piso pélvico, y en la permanente actualización de sus miembros y de la comunidad médica interesada en ello, en manos del profesor Antonio Lomanto primero y luego del doctor Jorge Alberto García, su actual presidente, de las juntas directivas que los han acompañado y de cada uno de sus asociados.

Es importante reconocer los esfuerzos y el apoyo de los doctores Luis Guillermo Echavarría y Trujillo, quienes junto con su grupo de colegas y desde el capítulo Antioqueño de Ginecología han enriquecido a ASCOGUR con sus aportes académicos y su permanente apoyo. Resaltar también el aporte de los colegas del Valle del Cauca y de otras regiones del país que también han venido a enriquecer no solo a ASCOGUR, sino en beneficio de las pacientes ubicadas en todas y cada una de las latitudes de nuestra querida patria.

2020

El futuro de ASCOGUR se escribe con la pasión en pro de la salud femenina pelvi-perineal.

Cuando se piensa en el futuro de los avances en piso pélvico en Colombia y el mundo; es complicado para cualquier médico hacer cábalas futuristas en ciencia y tecnología. Sin embargo podemos afirmar que el futuro está más cerca y es más interesante si integramos cuatro factores propios del ser humano: la creatividad, la innovación, el trabajo en equipo y la pasión; y queremos contarles el origen de esta afirmación.
Hace poco días estudiantes de pregrado de Diseño industrial de la Universidad Javeriana buscaron afanosamente al doctor Daniel Cortes, cuyas palabras transcribo a continuación:
“ deseaban concretar una cita académica conmigo, logrando conversar con parte de mi grupo de trabajo en una tarde lluviosa. Me sorprendió su decisión e interés en el tema explorado y dado la multidisciplinariedad del grupo, no fue difícil entrar a conectarnos desde el punto de vista académico. Dos jóvenes de 20 años preocupadas por la calidad de vida de las mujeres en Bogotá y Colombia.

Confieso que a pesar de ser integrante de un grupo de trabajo especializado en Ginecología Urológica y Piso Pélvico y profesor de una reconocida Universidad en Bogotá, no sabía mucho del tema planteado, pero como experto ante las pacientes y el grueso del público en esos temas íntimos ginecológicos, tuve que iniciar una búsqueda con mis residentes y diplomantes para acercarnos a un tema bastante importante para nuestra subespecialidad.

Hice varias consultas en el chat conformado por cerca de 300 personas que trabajamos en estos temas en Latinoamérica y solo recibí dos valiosas colaboraciones al respecto, en una se asociaba la práctica del ciclismo de competición en hombres y mujeres con mayor posibilidad de desarrollar osteoporosis; y el otro relacionando esa práctica con alteraciones en la vida sexual. Esto confirmó la poca bibliografía a nivel mundial que existe sobre el tema; lo cual generó en todo el grupo un reto de búsqueda, con el objeto de satisfacer las preguntas planteadas; que iban más allá de las contraindicaciones de ejercer el ciclismo en mujeres, o los efectos secundarios de este deporte en ellas. Surgía una pregunta más interesante acerca del impacto del ciclismo en la pelvis femenina y que aporte haríamos los médicos para mejorar las condiciones de la práctica de este deporte o actividad no solo en las deportistas, sino en todas las mujeres que a diario lo practican como actividad, mejorando su calidad de vida, en vez de prohibirlo o restringirlo.

Siguieron varias reuniones, clubes de revistas y presentaciones; y nos dimos cuenta que estas jóvenes universitarias alejadas de nuestras cirugías y consultas diarias sobre problemas físicos del piso pélvico; nos plantean grandes e interesantes preguntas y retos, y que era nuestra obligación el conocer la forma de ayudar no solo a nuestras pacientes sino a todas las mujeres de Bogotá, Colombia y el mundo. El tema no se suscribió solo a los deportólogos o fisioterapeutas, sino que era un tema también de ginecólogos, urólogos y proctólogos. Los números no nos engañaban y año tras año tienden a crecer…
• 835.000 bogotanos prefieren la bicicleta para movilizarse
• Bogotá es la ciudad de Latinoamérica con mayor número de kilómetros de ciclorruta.
• La población entre 15 y 24 años es el grupo que más recurre a este medio alternativo para transportarse, con un 23,6% del total. Mientras que los de 25 a 30 años corresponden al 20.8%.
• El 25 % de las usuarias son mujeres.

Profundizamos en el tema y logramos cruzar variables interesantes no solo ergonómicas acerca del tamaño del sillín con estudios de sitios de presión en zona vulvar, sino también de ángulos y oscilaciones, balance de peso y notoria diferencia entre hombres y mujeres; sino que además profundizamos en otros temas como dolor, dispareunia, adormecimiento de estructuras; flujos y leucorreas, no solo relacionados con el sillín sino también con cremas, los tipos de ropa usadas y costumbre higiénicas relacionadas. De esto nacerá prontamente un estudio prospectivo y una presentación ante nuestra sociedad científica.”

Esta anécdota nos ha hecho reflexionar en el futuro del piso pélvico e imponer otros derroteros para nuestra comunidad científica y académica, de médicos interesados no solo en la salud si no en la calidad de vida de todas las mujeres de todas las edades. Es nuestra responsabilidad como grupo científico y académico, estar preparados para este y muchos retos más que vendrán con el avance del modernismo, la tecnología y los cambios culturales globales.

Cuando uno empieza a estudiar una profesión tiene un sueño y parte de ese sueño es aportar o hacer algo para cambiar el mundo; en alguna medida despertar posibilidades en otro (o en nuestro caso), brindar posibilidades a otras; las pacientes y las mujeres en general.

Lo que nos garantiza éxito en lo que decidimos hacer, es la pasión que lleva cada uno de nuestros actos, que nunca debemos perder y que debemos mantener siempre por lo que hacemos y decidimos ser. Entonces el futuro del piso pélvico está ligado a nuestra pasión en cada uno de los temas.

Para trabajar en una mujer, para una mujer y con una mujer, se necesita no sólo conocer su anatomía, sino entender quién es ella y a veces de que está hecha, cuáles son sus miedos, sus expectativas y porque no, como médicos conocer también sus sueños y lograr esta conexión como especialistas en lo femenino; con ese ser al que decidimos estudiar y entender fisiológicamente, es lo que estoy seguro, nos garantizará un éxito en nuestra labor y asegurará nuestro éxito en el manejo de la salud femenina.

No basta contar con la aptitud, los conocimientos y la destreza para llegar a ellas médicamente, debemos tener la actitud de querer llegar a su intimidad para así lograr comprender su funcionamiento, en pocas palabras, que nuestros ojos brillen cada vez que atendemos a una mujer que llega a nosotros, pues no solo nos confía su cuerpo; nos confía su vida, sus sueños y esperanzas.

Para concluir creemos que el futuro de los estudios de uroginecología y piso pélvico tienen que ver con la capacidad que tengamos en transformar nuestra asociación en un verdadero grupo de estudiosos en el área general, en la visión del ser humano como un todo (la integralidad) la multidisciplinariedad, en lograr conectarnos con todos los especialistas involucrados como urólogos, ginecólogos, coloproctólogos, neurólogos, diseñadores, ingenieros industriales, matemáticos, ingenieros mecatrónicos, neurocirujanos, fisioterapeutas, rehabilitadores, deportólogos, sexólogos, radiólogos, anestesiólogos y otras profesiones afines y complementarias. Las imágenes diagnósticas como la resonancia, la ecografía del piso pélvico y la rehabilitación serán definitivas en un futuro cercano para precisar diagnósticos y manejos innovadores. Las nuevas tecnologías, las cirugías mínimamente invasivas y los aportes del láser y la radiofrecuencia serán decisivos en los avances de todas las especialidades relacionadas con el piso pélvico en un futuro cercano.

La Integración con los estudiosos de la colposcopia, la patología del tracto genital inferior, la dermatología y la vulva marcaran una comprensión multidimensional que servirá para una visión integral de todas las mujeres, no solo las mujeres que padecen una enfermedad; y el avance en el desarrollo de sus derechos.

Historia
Los primeros procedimientos en cirugía de piso pélvico en Colombia se realizaron en los pabellones de ginecología del Hospital San Juan de Dios y del Hospital San José en Bogotá, en los tiempos en los cuales la ginecología hacía parte del departamento de cirugía general y era independiente de los pabellones de obstetricia. Paralelamente en la ciudad de Medellín también se realizaban procedimientos de la misma naturaleza, principalmente en el Hospital San Vicente de Paul.

La necesidad de reparar los prolapsos genitales y corregir las fístulas vesico-vaginales producidas como consecuencia del trauma obstétrico, generaron en los médicos la necesidad de abordar la cirugía vaginal en pabellones especiales regentados por médicos internos con dedicación a las pacientes femeninas, demarcando los primeros albores de lo que vendría a ser hacia el futuro la especialidad de ginecología. Mucho después, avanzado el siglo XX se empiezan a organizar pabellones de ginecología emulando las escuelas Europeas, especialmente la francesa, de donde surgen los primeros ginecólogos regentes de cátedra, que posteriormente se unen a los obstetras formando la especialidad y los primeros departamentos de Ginecología y Obstetricia.

1900
Historia
Los primeros procedimientos en cirugía de piso pélvico en Colombia se realizaron en los pabellones de ginecología del Hospital San Juan de Dios y del Hospital San José en Bogotá, en los tiempos en los cuales la ginecología hacía parte del departamento de cirugía general y era independiente de los pabellones de obstetricia. Paralelamente en la ciudad de Medellín también se realizaban procedimientos de la misma naturaleza, principalmente en el Hospital San Vicente de Paul.

La necesidad de reparar los prolapsos genitales y corregir las fístulas vesico-vaginales producidas como consecuencia del trauma obstétrico, generaron en los médicos la necesidad de abordar la cirugía vaginal en pabellones especiales regentados por médicos internos con dedicación a las pacientes femeninas, demarcando los primeros albores de lo que vendría a ser hacia el futuro la especialidad de ginecología. Mucho después, avanzado el siglo XX se empiezan a organizar pabellones de ginecología emulando las escuelas Europeas, especialmente la francesa, de donde surgen los primeros ginecólogos regentes de cátedra, que posteriormente se unen a los obstetras formando la especialidad y los primeros departamentos de Ginecología y Obstetricia.

1920