Tratamientos quirúrgicos
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Tratamiento quirúrgico prolapso de órganos pélvicos
En cuanto al manejo quirúrgico, no tiene indicación en pacientes asintomáticos.
Existen varias vías para el abordaje: Transvaginal, transperineal y transanal. La vía transvaginal hasta ahora ha demostrado ser la mejor opción en cuanto a resultados funcionales, anatómicos y recurrencia. La colporrafia posterior consiste en reparar la capa fibromuscular de la pared vaginal posterior. La cirugía en el compartimento vaginal posterior generalmente tiene una alta tasa de éxito en cuanto a resultados anatómicos, defecación obstruida y síntomas de abultamiento y con base en la evidencia actual, se debe realizar preferentemente una reparación vía transvaginal de tejido nativo.
La corrección con el uso de mallas hoy no se considera superior a la corrección con tejido nativo, aunque previamente su uso era aceptado. Sin embargo, se requieren más estudios para definir si un subgrupo de pacientes de alto riesgo se beneficia de su uso.
Reparación de defecto en sitio específico
Recuperación de defecto en sitio específico
La técnica se describe igual que el abordaje para colporrafia posterior pero al llegar a la disección entre el epitelio vaginal y el septo recto-vaginal se busca el sitio específico del defecto, mediante la guía de un dedo en el recto elevando pared anterior, dichos defectos pueden tomar diferentes formas entre ellas U, transversa, palo jockey, doble defecto, se procede a la corrección del mismo mediante sutura ininterrumpida y posteriormente se realiza perineorrafia, no incluye Plicatura de músculos elevadores.
La tasa de falla anatómica se describe entre el 8-18%, las ventajas de esta técnica es la restauración de la anatomía normal, la dispareunia, constipación y trastornos de la defecación se describen en menor proporción.
En cuanto al abordaje quirúrgico para la resolución de defectos apicales, se dispone de la fijación sacroespinosa, es una técnica descrita desde 1958 que supone una opción efectiva para la corrección de los descensos de la cúpula, debido a que el ligamento sacroespinoso es el más fuerte y resistente de la pelvis como medio de fijación. No obstante, hasta un 30% de las pacientes pueden manifestar un descenso de pared anterior que no estaba presente previamente. Esta técnica se caracteriza por la ventaja de mantener un ángulo vaginal cercano a la horizontal y por tanto más fisiológico, favoreciendo la menor presentación de recurrencias, excepto, como ya se mencionó, de pared anterior. Esta técnica incluye la alternativa de sutura o injerto, en ambas se realiza una suspensión del ápice vaginal uni o bilateral mediante una sutura o injerto respectivamente.
La otra técnica descrita es la colposacropexia que consiste en la fijación de la cúpula vaginal vaginal al ligamento longitudinal anterior del sacro por medio de un injerto a la capa fibromuscular de la pared anterior o paredes vaginales posteriores.
La colpocleisis es una opción frente a mujeres que ya no tienen vida sexual activa, con esta se busca una reducción del prolapso por encima de la placa elevadora, esta consta de un procedimiento obliterativo para el cierre de la vagina32.